Siempre he tenido la idea de recorrer todo el litoral de Chile, conocer sus caletas, sus playas y su gente. Tuve la suerte de conocer Buchupureo, Cobquecura, Taucú y con ellos las playas que poseen. Disfruté del aire marino que tan ajeno es para mi y pude contemplar el atardecer desde roquerios. Sentado en las rocas sentía el choque de las olas que lenta y constantemente intensificaban su potencia, y con ello cerraban el pasadizo por donde logré acceder para hacer un par de fotografías. La región de Ñuble me trató bien, volveré, espero que con más tiempo.



