Siempre es bueno volver al Saltillo, sentarse y recordar la primera vez que lo vi por allá por el 2005. Por aquellos días caminaba de vuelta del Duqueco y descansaba mirando la caída de agua del Quilleco. Ahora harta agua ha corrido río abajo y dejé la antigua Canon Powershot de 3,2 megapixeles por la #Sony regalona. Un nuevo retrato al río, como si fuera la primera vez.
Back to Top